-28 de Octubre-
A raíz del efecto provocado por el asunto del metrónomo, Ian decide dar un paso más en su labor predicadora, y propone al resto de la banda llevar a cabo un ritual ocultista, con el fin de que el éxito acompañe a Flea Circus en todas sus vertientes, y desde sus comienzos. Para Roger ocurrió así: «Es que para entonces, lo del metrónomo ya se nos había pasado. Fue un sustillo. Una casualidad, una anécdota curiosa para contar. Así lo veíamos todos, ya desde la mañana siguiente, a excepción de Chris que aún seguía impresionado, y de Ian que tenía fe ciega en todo aquello. Pero a pesar de las reticencias de Phoenix, de Mark y las mías, Ian consiguió convencernos para que lleváramos a cabo aquel ritual».
Y según Mark: «Confieso que había algo en el hecho de embadurnarme entero con la sangre de un gallo que me atraía. No sé, algo atávico, que despertaba algún instinto ancestral, de la época en que caminábamos a cuatro manos. Pensé que podría ser divertido y que no perderíamos nada por hacerlo. Creo que fue esto lo que me hizo decidirme a favor de la peregrina idea de matar gallos para mancharnos con su sangre y luego lavarnos con agua bendita, y así lograr un éxito infinito para el grupo. Realmente, aquella no fue la decisión más racional de mi vida, precisamente, pero sin duda fue la más importante. La que todo lo cambió». (Diario de Chris # 5)